eSIM, la inevitable novedad del iPhone 7
Con el paso de las generaciones de iPhone, hemos sido testigos de la evolución de un elemento ajeno a los terminales pero esenciales en su funcionamiento: las tarjetas SIM. Estas tarjetas incorporan un chip que hace posible la identificación y autenticación de cada línea en todo el mundo, permitiendo a sus usuarios realizar llamadas y tener acceso a las imprescindibles redes de datos.
Durante las tres primeras generaciones de iPhone (iPhone original, iPhone 3G y iPhone 3GS), estos dispositivos hacían uso de la tarjeta mini-SIM. Este formato se vería cambiado a la reducida micro-SIM, del cual el iPhone 4 fue el primer terminal en utilizarlo y se mantendría hasta el iPhone 4S. El iPhone 5 fue el primero en estrenar la siguiente generación de nano-SIM, la cual se sigue utilizando en el iPhone 5s, iPhone 6 y 6 Plus y los últimos iPhone 6s y 6s Plus.
¿Estamos ante un nuevo cambio de formato en las tarjetas SIM?
La simplicidad en el diseño como guía
La razón de que hayamos visto esta evolución en las tarjetas SIM se encuentra en esa obsesión de Apple por adelgazar y hacer sus terminales lo más ligeros posible. En un dispositivo tan compacto como los iPhone, cada milímetro es muy preciado. Apple nos ha acostumbrado a prescindir de aquellos componentes cuya vida ya ha cumplido con creces sus objetivos, coincidiendo con el final de su ciclo de vida.
Sucedió con los disquetes, el lector de DVD, los discos duros en el Mac y ahora todo indica que el jack de 3,5mm correrá la misma suerte en el iPhone. Tras más de cuatro generaciones manteniendo el tamaño de la tarjeta nano-SIM en sus diferentes modelos de iPhone, le ha llegado la hora a este componente nacido hace justo 25 años. El responsable es la eSIM, una tecnología que permite integrar las tarjetas SIM en los dispositivos, abriendo todo un abanico de posibilidades.
De confirmarse la incorporación de esta tecnología en el próximo iPhone 7, Apple estaría apostando de nuevo por simplificar el diseño de sus productos. La eSIM no significa que todo el espacio que ocupa la actual nano-SIM vaya a quedar disponible, ya que esta nueva tecnología requiere también el suyo propio. Pero sí que estaríamos ante un iPhone sin la tradicional "bandeja" para la SIM.
Gracias a su ausencia, Apple sí que podría apurar unos milímetros en la carcasa del teléfono. Además de que la ausencia de esta abertura aumentaría la integridad estructural del terminal.
Otros usos de la eSIM
La utilización de esta tecnología por parte de Apple no es nueva. En la actualidad, hay varios modelos de iPad con antena celular que soportan la llamada Apple SIM: iPad mini 3 y 4, iPad Air 2 y iPad Pro. Pero aún más interesante sería ver cómo esta tecnología llega a un producto que la está pidiendo a gritos: el Apple Watch.
Sin embargo, Apple no sería la primera en utilizar los relojes inteligentes como candidatos para esta tecnología. Otras compañías como Samsung han estrenado la eSIM en sus wearables, en concreto, el Samsung Gear S2. Y es que la integración de la radio celular en el Apple Watch permitiría un uso mucho más independiente del reloj de la manzana y aumentaría su atractivo entre un buen número de clientes.
Son las apps del Apple Watch las que más se beneficiarían de esa red de datos. A pesar de que en el modelo actual las apps de terceros ya se pueden ejecutar de forma nativa desde watchOS 2, la transmisión de datos sigue pasando a través del iPhone. Lo cual ralentiza la experiencia.
Una antena de datos también traería consigo el tan ansiado GPS, haciendo que los deportistas se olvidaran por completo de su iPhone a la hora de salir a hacer deporte. Como vemos, para el usuario son todo ventajas.
El último obstáculo: las operadoras
No sería la primera vez que Apple intenta lanzar un iPhone con eSIM. En el pasado tuvimos rumores que situaban esta tecnología en la siguiente generación, pero que fueron parados en seco debido a la negativa de las diferentes operadoras de telefonía del mundo. Unos años después, la tecnología y el mercado ya han madurado lo suficiente como para que Apple lo intente de nuevo.
El principal escollo que deben sortear es el que plantean las operadoras. Una eSIM eliminaría una de las barreras de salida de clientes más importantes de sus negocios, ya que para cambiar de compañía de telefonía hace falta cambiar de tarjeta SIM. Con la eSIM, el cambio podría ser instantáneo y sin pérdida de servicio por parte del usuario.
De esta forma, los clientes podríamos cambiar de compañía con mayor facilidad y rapidez, saltando de una a otra en función de las diferentes ofertas existentes. Por eso es comprensible las reticencias del sector a esta tecnología. Sin embargo, la legislación actual ha hecho mucho por allanar el camino, obligando a que las portabilidades se efectúen en un plazo máximo de 24 horas. Además, la UE está avanzando hacia un mercado de telefonía móvil único, por lo que podríamos contratar cualquier compañía europea.
Pero también tendrán que hacer frente a un obstáculo que no se había tenido en cuenta hasta ahora: las miles de pequeñas franquicias que tienen las operadoras de telefonía. Estas tiendas juegan un papel fundamental a la hora de gestionar los cambios de tarjetas SIM de los clientes y verían peligrar su modelo de negocio.
Todos estos cambios no serán repentino sino que llevará su tiempo. El pistoletazo de salida podría ser el próximo iPhone 7 y para salir de dudas tendremos que esperar hasta septiembre.
En Applesfera | iPhone 6s, análisis: la magia de lo efectivo.
Imágenes | MIKI Yoshihito, Ian Lamont y Richard Eriksson.
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La noticia eSIM, la inevitable novedad del iPhone 7 fue publicada originalmente en Applesfera por Eduardo Archanco .
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