Por qué la Luna azul de este viernes no es en realidad azul
Este viernes 31 de julio observaremos la segunda Luna llena del mes, un fenómeno raro también conocido como "Luna azul", aunque el nombre resulte confuso. Te contamos por qué.
En 1952, Billie Holiday popularizaba la canción Blue Moon. La letra aludía a una popular expresión anglosajona, que hace referencia a un fenómeno que ocurre raramente. Todo aquel familiarizado con el inglés sabrá que "once in a blue moon" significa que un evento sucede de forma muy esporádica. Como el fenómeno al que asistiremos esta noche, traducido al castellano como Luna azul.
¿Veremos esta noche nuestro satélite de color azulado? No. Como comentábamos al principio, la Luna azul es un evento astronómico que sucede muy ocasionalmente, cuando en un mismo mes coinciden dos Lunas llenas. Si repasamos el calendario, veremos que a principios de julio también hubo plenilunio, por lo que resulta una extraña coincidencia que durante esta noche veamos de nuevo la Luna llena.
¿Por qué dos Lunas llenas?
Como explica Javier Armentia, director del Planetario de Pamplona, nuestro calendario se deriva del romano, de forma que fijamos la duración de cada año en función del tiempo que tarda nuestro planeta en dar una vuelta al Sol. Establecer este período de tiempo, sin embargo, no es una tarea simple, ya que en realidad cada año dura 365 días y algo menos de un cuarto de día.Nuestro calendario se estableció en función del Sol, y no de la Luna
Para complementar ese "exceso" de tiempo, el calendario juliano añadió un día bisiesto cada cuatro años, celebrándose el conocido y raro 29 de febrero. Pero atendiendo a la Luna, y no al Sol, si nos fijamos en el calendario, comprobamos que tendríamos 12 lunaciones (una por cada mes). Y es que nuestro satélite se puede observar en plenilunio cada 29 días y medio. Pero de nuevo volvemos a tener un problema al no contar con números enteros.
No podemos decir que existen 12 lunaciones (una por cada mes). Si hay un plenilunio cada 29 días, 12 horas y 44 minutos, tendríamos un año completo de 354 días. Es decir, nos hacen falta algo más de 11 días para completar el año, que se establece en función de la revolución solar y no de la Luna llena. ¿Cómo resolverlo? Según explica el astrónomo, cada tres años contaremos con 13 plenilunios (o incluso a veces hasta 14) en el cielo.
Un fenómeno raro
Si se observan 13 ó 14 Lunas llenas en un mismo año, significa que al menos en un mes observaremos dos plenilunios. Y justamente eso es lo que ocurre en julio, en el que disfrutamos de una Luna llena a principios de mes y otra hoy viernes 31. Al segundo plenilunio que ocurre en un mismo mes se le llama Luna azul por su rareza, ya que no es un fenómeno astronómico que se observe habitualmente.La denominación de "Luna azul" no tiene sentido científico, y sería mejor hablar de "Luna traidora" por su origen etimológico
¿Pero por qué recibe este curioso nombre? Tal y como explican en la revista Sky & Telescope, todo se debe a un error. En 1946, la publicación recogía como denominación aceptada la de "Luna azul", otorgada por el calendario Farmers' Almanac (una suerte de Calendario Zaragozano que vemos en España con recopilación de datos metereológicos y otras curiosidades).
El término Luna azul en realidad no tenía ningún sentido científico. James Hugh Pruett fue el escritor que bautizó así al tercer plenilunio en un trimestre que contara con cuatro Lunas llenas. Finalmente, aquella denominación imprecisa se hizo popular, y hoy hablamos de Luna azul también en castellano.
Sin embargo, como comenta Armentia, la traducción al español debería haber sido Luna traidora y no Luna azul. Cuando se empezó a utilizar la expresión "blue moon" en inglés -alrededor del siglo XVI- se hacía referencia a "belewe mone", que viene a decir algo así como "betray moon", apunta el astrónomo. Por ello, sería mejor hablar de Luna traidora y no de Luna azul.
¿Puede observarse alguna Luna azul?
Como explicábamos al principio, esta noche no veremos una Luna azul sobre el cielo. Pero en ocasiones muy puntuales, sí se ha podido observar este fenómeno astronómico. En 1883, la explosión del volcán Krakatoa en Indonesia liberó partículas que cubrieron el cielo, permitiendo ver el satélite como si de un objeto azul se tratara. Lo mismo se repitió en 1983, según explican desde la NASA, con la erupción del volcán mexicano El Chichón.Partículas procedentes de erupciones volcánicas pueden teñir la Luna de azul
¿Por qué las cenizas procedentes de explosiones y erupciones volcánicas son capaces de teñir la Luna de un tono azulado? Como explica Arturo Quirantes en Naukas, para que podamos observar una Luna azul, en la atmósfera debe haber una cantidad suficiente de partículas de un tamaño similar (entre 0.5 y 1 micras de radio).
Estas partículas tienen también que absorber poco la luz, como sucede con los restos que expulsaron el Krakatoa y El Chichón. Por estos motivos, esta noche nos debemos conformar con observar una Luna llena en el cielo, la segunda que sucede en el mes de julio. Este curioso fenómeno no se repetirá hasta enero de 2018, por lo que merecerá la pena disfrutar del segundo plenilunio a pesar de que no sea azul. A menos que, sorprendentemente, entre en erupción un volcán.
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