El fascinante viaje de Inside Out al interior del cerebro
"Llévala a la Luna por mí, Alegría."
Cierra los ojos. ¿Cuál es el momento más feliz que recuerdas? Inside Out nos propone un viaje en el tiempo, hacia una época cargada de alegría y aventuras, donde resultaba terriblemente divertido pintar en las paredes o corretear por los pasillos. Pero madurar es también encontrar nuestro lugar en el mundo, y no, no resulta nada fácil.
Pixar contó con asesores científicos para desarrollar el guión de Inside Out
La película dirigida por Pete Docter es una obra maestra en la que la nostalgia juega un papel clave. ¿En qué momento cambió todo? ¿Cuándo perdimos a aquellos inseparables amigos de la infancia? ¿Dónde dejamos de divertirnos jugando a nuestras aficiones? ¿Qué nos hizo mentir por vez primera? El viaje hacia la madurez de la pequeña Riley nos recuerda que sí, nosotros también crecimos en algún punto. Nos hicimos mayores sin apenas darnos cuenta.
Para explicar esta evolución, la nueva obra de Pixar utiliza matices y detalles que conforman un guión suficientemente complejo para los adultos, pero entretenido y ameno para los más pequeños. La película está cargada de guiños científicos, al contar con el asesoramiento de especialistas como Paul Ekman. Inside Out no sólo nos devuelve a la infancia, sino que también permite realizar un fascinante viaje al interior del cerebro.
El panel de las emociones
La cinta comienza con una frase tan impactante como elocuente. "¿Has mirado alguna vez a alguien e imaginado qué estará pasando dentro de su cabeza?", se pregunta una voz en off. Riley acaba de nacer, y Alegría (Joy) se encuentra al mando del panel de control de las emociones. Poco a poco iremos conociendo otros personajes, que irán regulando las respuestas de la pequeña ante el mundo que le rodea.
El panel del cerebro que controla las emociones se llama en realidad sistema límbico, como describió James Papez en 1937. Dos años después, los investigadores Heinrich Klüver y Paul Bucy evaluaron lo que ocurría en primates a los que se les había extirpado algunas regiones del cerebro como el hipocampo y la amígdala, que forman parte del panel de control de las emociones. Estos animales se volvían mansos, presentaban ceguera psíquica al no distinguir objetos y perdían cualquier tipo de miedo, además de desarrollar una conducta sexual hiperactiva.
Los componentes del sistema límbico son los que van regulando cada una de nuestras emociones. Inside Out realiza un paralelismo simplificando lo que ocurre en nuestra mente, ya que reduce este funcionamiento a un panel controlado por sólo cinco emociones (Alegría, Tristeza, Miedo, Asco e Ira).
Donde reside el miedo
Uno de los personajes que controlan las acciones de Riley es Fear, el asustadizo personaje morado que representa al miedo. Esta es una de las emociones más importantes a nivel evolutivo, ya que nos permite estar alerta. El miedo se localiza en una parte concreta del sistema límbico llamada amígdala.
Inside Out sólo recoge la existencia de cinco emociones
Decía Mario Benedetti que "el miedo se detiene a un palmo del abismo y el coraje no sabe qué hacer con el peligro". ¿Pero puede alguien dejar de sentir miedo? ¿Es posible borrar al personaje morado de Inside Out?
En 1994, los científicos describieron por primera vez a la paciente S.M., la mujer que era incapaz de sentir miedo. A causa de una rara enfermedad conocida como síndrome Urbach–Wiethe, su amígdala había sido destruida durante su infancia, como se ve en la siguiente fotografía. El cerebro de la izquierda es el de una persona sana, el de la derecha muestra la ausencia de la amígdala en la paciente S.M. (marcada con dos círculos rojos).
La paciente S.M. no tenía miedo a nada. Era incapaz de sentir terror ante la presencia de arañas, serpientes, tarántulas, películas como The Silence of the Lambs o The Shining. En lugar de cualquier mínimo rastro de miedo, la mujer sólo sentía curiosidad o mero interés. Nada más. Fear, el personaje morado, había sido borrado de su cerebro, a causa de la destrucción de la amígdala.
El gran archivo de recuerdos
Pero las emociones no son las únicas protagonistas de la nueva película de Pixar. Los recuerdos juegan un papel fundamental en Riley, pero también lo hacen en nuestra vida. Al fin y al cabo, la memoria nos hace ser quienes somos. ¿Dónde se encuentra este gran archivo de vivencias?
En Inside Out, los recuerdos se van guardando en pequeñas bolas que llevan asociadas una emoción. Durante la infancia, Riley va archivando en esta peculiar estantería instantes felices, marcados por la alegría de color amarillo. A medida que transcurre la película, vemos que diferentes recuerdos van asociándose a distintas emociones. La tristeza juega un papel clave en el desenlace de una trama marcada por el comienzo de la madurez de la propia Riley.
En la vida real, el gran archivo de la memoria se localiza en el hipocampo. Sin embargo, no todos nuestros recuerdos se almacenan en esta zona del cerebro. Entender cómo funciona la memoria es realmente complejo, ya que no podemos rescatar todas nuestras vivencias de manera consciente.Nuestros recuerdos se almacenan en un lugar llamado hipocampo
Lo mismo le ocurre a Riley: va guardando ciertos recuerdos a diario (lo que llamaríamos memoria a corto plazo), y aquellos instantes importantes se consolidan en la memoria a largo plazo. En 2010, un trabajo publicado en Nature Reviews Neuroscience abordaba el proceso de consolidación de los recuerdos. La hipótesis de los investigadores es que existe un sustrato físico que sustenta las "bolas de memoria" que guardamos, pero que deben activarse determinados circuitos neuronales para que estos recuerdos se almacenen para siempre.
En Inside Out, algunas de las vivencias de Riley se van directamente a la basura. En nuestro cerebro ocurre algo similar, ya que según los científicos, se altera la eficacia de las sinapsis neuronales para ir consolidando y guardando recuerdos, o en el caso de que no se consideren necesarios, desecharlos.
No pienses en un elefante rosa
¿A que ahora no puedes quitarte de la cabeza el elefante rosa? Bing Bong, el personaje representativo de la imaginación de Riley, aparece en la película para devolver a Alegría y Tristeza al lugar de donde nunca debieron salir: el panel de control de emociones.
Adentrarse en el interior del cerebro de Riley es también viajar hacia una zona recóndita donde se esconde la imaginación. Pero como le sucede a la protagonista de Inside Out, a medida que crecemos, el cerebro va dejando de lado nuestra parte más creativa e imaginativa. Sólo Bing Bong es capaz de devolvernos esos instantes en los que jugábamos con amigos imaginarios, y soñábamos que alcanzaríamos la Luna en un cohete.
¿Pero dónde reside la imaginación? Un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences desveló el lugar del cerebro donde la imaginación ebulle. A diferencia de otras regiones y capacidades, la imaginación es fruto de complejas redes neuronales distribuidas en zonas como el córtex frontal, el parietal y el occipital.
El túnel del pensamiento abstracto
En su regreso hacia el panel de las emociones, Alegría, Bing Bong y Tristeza pasan por el túnel del pensamiento abstracto. En el momento en el que lo cruzan, los personajes empiezan a verse reducidos a simples formas geométricas bidimensionales. La metáfora empleada por los guionistas de Inside Out es tan sencilla como excepcional, ya que mediante el razonamiento abstracto nuestro cerebro genera pensamientos por sí mismo sin ayuda de ningún estímulo externo.
El área del cerebro implicada en el pensamiento abstracto se denomina corteza prefrontal. Esta zona es particularmente importante, y su estructura y composición diferencia a los humanos del resto de especies. Como recogen en este artículo en Investigación y Ciencia, los neandertales poseían un cerebro mayor que el nuestro, pero su corteza prefrontal era distinta a la que nosotros poseemos.
En nuestro caso, que sí pintamos arte rupestre en las cuevas, nos comunicamos en distintos lenguajes y realizamos operaciones matemáticas, en la corteza prefrontal las neuronas disponen de mayor espacio que en otras especies. Esta diferencia permite que las células nerviosas tengan mejor conectividad, lo que sin duda contribuye a la creación de ese túnel de pensamiento abstracto.
Las islas de la personalidad
Las metáforas que adornan el genial guión de Inside Out no sólo sirven para volver de forma nostálgica a la infancia o descubrir la complejidad del cerebro. Pixar también se atreve en esta película a plantear una gran cuestión: ¿qué nos hace ser como somos?
Para responder a esta pregunta, los guionistas recurren a las islas de la personalidad, una metáfora que marca nuestro carácter y que se nutre de recuerdos y emociones. En el caso de la pequeña Riley, su personalidad se basa en vivencias relacionadas con su familia, el hockey o su carácter bromista. ¿Pero sólo los recuerdos nos hacen ser quienes somos?
El estudio de la personalidad es uno de los más complejos en el ámbito de la neurociencia y la psicología. En un estudio publicado en Molecular Psychiatry, los científicos planteaban la influencia de la genética en nuestro carácter. Las últimas investigaciones realizadas en gemelos han concluido que el 50% de la variación observada en rasgos de nuestra personalidad puede deberse a nuestro ADN.Inside Out nos permite maravillarnos con la que increíble máquina que tenemos por cerebro
En Inside Out, varias escenas muestran una molécula de la doble hélice. ¿Pero nuestra personalidad sólo se debe a la genética? Como apunta la película de Inside Out y podemos distinguir nosotros mismos, el carácter de una persona no sólo es producto de su ADN. El ambiente en el que crezcamos, los recuerdos y las vivencias que tengamos también nos marcan para siempre.
La difícil y compleja interacción de estos factores va moldeando nuestro cerebro, un supercomputador aún desconocido. La investigación en iniciativas como el Human Brain Project nos ayudará a descubrir un poco mejor su funcionamiento, pero de momento, Inside Out nos permite viajar a su interior y maravillarnos con la increíble máquina que poseemos cada uno de nosotros.
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