La historia increíble de Jobs y el primer prototipo del iPod
Aunque eso nunca vamos a poder saberlo, si hacemos caso a lo que se dice por boca de quién tuvo contacto directo con el fundador de Apple, Steve Jobs, las medidas que tomaba eran a veces muy polémicas, y sus rechazos a prototipos que el equipo de diseño había ya terminado no eran raros. No lo eran en el sentido de que eran frecuentes, porque por todo lo demás, si no estuviésemos acostumbrados al genio de la manzana, probablemente nos dejarían boquiabiertos sus formas. Y prueba de ello es precisamente el rechazo del prototipo inicial del iPod.
Aunque actualmente el iPod es un dispositivo que ha caído en desuso y ya se ha dado por muerto en el mercado, no podemos olvidar que en su momento fue una pequeña gran revolución. Precisamente por ello, creo que saber que Steve Jobs rechazó el primero de los prototipos por su excesivo tamaño es algo bastante relevante. Pero lo curioso no es que a Jobs le pareciese grande, sino la manera en la que se lo dijo al técnico de diseño que le acompañaba, y que le protestó porque pensaba que su trabajo estaba completo y no había manera de reducir más las dimensiones del dispositivo.
Steve Jobs vio un acuario y lo lanzó directamente en él. Sí, el prototipo inicial del iPod que habían llevado a enseñarle. Luego, sin inmutarse, le preguntó al ingeniero. ¿Ves que han salido burbujas del terminal al arrojarlo al agua? Pues eso significa que tiene aire dentro, y si tiene aire, es posible hacerlo más pequeño de lo que es. Evidentemente, el equipo volvió a trabajar sobre la idea inicial pero en unas dimensiones más reducidas, que son las que luego vimos en la primera generación del iPod. ¿Qué te parece la anécdota?
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