El extraño caso de los clones de apps en las tiendas de aplicaciones
Vamos a descargarnos el Flappy Bird de la Play Store de Android. ¿Espera? Aquí pasa algo ... ¿Cuál es el original? Seguramente muchos conozcáis la historia de aquel juego, que con un éxito abrumador fue retirado por su creador, pero muchos no estarán enterados de la historia por lo que lo seguirán buscando en las distintas tiendas de aplicaciones. El problema es que encontrarán resultados, pero no el que esperan.
A cambio encontrarán innumerables clones. Aplicaciones que imitan su nombre o icono, algunas que ofrecen simplemente un juego similar y otras que simplemente se aprovechan de la marca. Pero esto es un solo ejemplo de lo que nos podemos encontrar, sobre todo en la Play Store. Entonces ¿podemos decir que las tiendas de aplicaciones son permisivas con estas prácticas? ¿Las permiten para inflar el número de aplicaciones que albergan?
El número de descargas es un dato muy relevante pero el dato que más llama la atención generalmente de las tiendas de aplicaciones es precisamente el número de aplicaciones que albergan. En este sentido las reinas sin ninguna duda son la Play Store y la App Store, con más de un millón cada una, alejadas de las 300.000 de la Windows Phone Store o las 120.000 de la BlackBerry World.
Pero como en otros muchos aspectos no siempre más es mejor. Cierto es que muchos desarrolladores de aplicaciones se olvidan habitualmente de plataformas que no sean Android o iOS, dada la supremacía de estos dos sistemas operativos móviles en todos los mercados, pero sobre todo la Play Store tiene un número de aplicaciones tan alto gracias en parte a los clones.
Aplicaciones o juegos que imitan a otros
Si tenemos que hablar de aplicaciones clones tenemos que hablar sin duda de la Play Store de Android. Y es que este problema está principalmente centrado en la tienda de aplicaciones del sistema operativo de Google, debido a su permisividad a la hora de publicar aplicaciones. A ella pueden llegar aplicaciones sin una revisión manual previa por parte de la compañía, mientras en otros tiendas de aplicaciones hay filtros previos a la publicación de una aplicación.
Ello no quiere decir que los clones campen libremente a sus anchas en la Play Store, ya que Google revisa las aplicaciones sobre las que reciben quejas y las retira si encuentra alguna mala intención, pero para entonces dichas aplicaciones ya pueden haber tenido su momento de gloria. Lo que si es cierto es que el coladero es mayor que en otras tiendas de aplicaciones, donde alguna vez se cuelan aplicaciones fraudulentas, pero con mucha menor frecuencia.
Los clones suelen aprovecharse bien de aplicaciones populares, aplicaciones ya conocidas en otras tiendas recién llegadas a una nueva tienda (véase el ejemplo de lo ocurrido con BlackBerry Messenger y su lanzamiento en Android) ... Pongamos un ejemplo que muchos habréis visto en alguna ocasión: WhatsApp.
En este caso el primer resultado es el bueno pero enseguida encontramos aplicaciones que no son lo que buscamos, sino añadidos para el original WhatsApp o instrucciones de como instalar WhatsApp en distintos dispositivos. Para un usuario habitual de smartphones no habrá mayor problema pero el uso recurrente de la palabra WhatsApp por parte de distintos desarrolladores puede llevar a equívocos, sin más consecuencias que las de haber instalado una aplicación que no era lo que buscaban, a usuarios menos habituales por la Play Store.
Pero vamos con otro ejemplo en el que ya no solo se usa el nombre de una famosa aplicación, también su imagen. Es el caso de Flappy Bird, aquel juego que tuvo un boom impresionante que llevó a su desarrollador a retirarla. Pero quien ahora quiera descargarse aquel juego todavía puede hacerlo ... o no.
En este caso encontramos numerosos juegos (que habría que probar y comprobar que permisos solicitan) que imitan tanto el nombre del juego original como su imagen. Fuera del inconveniente de no encontrar lo que buscamos lo que está claro es que hacer una fotocopia aparente de un juego o aplicación famoso está ciertamente permitido por Google.
Un problema similar podemos encontrar en la Windows Phone Store pero por una razón distinta. Buscando un ejemplo de aplicación famosa no presente oficialmente en la tienda de Microsoft podemos hablar de Dropbox. Ahora, quien no sepa de dicha ausencia buscará "Dropbox" en la tienda de los de Redmond, encontrando unos cuantos resultados que toman prestado el nombre o imitan su logo.
En este caso nos encontramos de nuevo con clones, aplicaciones que usan en parte el nombre de la aplicación original o que tratan de imitar su logo. Aunque en este caso Microsoft previamente revisa todas las aplicaciones antes de ser publicadas, por lo que el riesgo de encontrar sorpresas desagradables se reduce.
¿Tantos clones hay?
Hasta ahora hemos visto algunos ejemplos de clones en las tiendas de aplicaciones de Android y Windows Phone pero ¿tan preocupante es el problema? Hagamos un ejercicio para comprobarlo: cojamos el título de famosos juegos y busquémoslos en las distintas tiendas de aplicaciones de los sistema operativos móviles.
Google Play Store | App Store | Windows Phone Store | BlackBerry World | |||||||||||||||||||||
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Mario Bros |
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